Cultura contemporánea y ruralidad

MURIETA / CONJUNTA

«Durante este mes de julio hemos estado ya 4 veces en Murieta. Algunas de ellas han sido visitas personales para ir conociendo mejor la zona y otras con vecinos y vecinas que nos han hecho de guías y nos han contando cosas interesantes sobre el pueblo y sus habitantes. De entre todas las conversaciones, problemáticas, situaciones y sensaciones que hemos conocido ya nos vamos quedando con algunas ideas sobre las que reflexionar durante el resto del verano…

Hay un gran número de poyos por todo el pueblo. Casi cada casa o espacio público tiene un banco corrido para sentarse a la fresca a charlar, a descansar o a ver pasar la tarde. Son pequeños espacios de encuentro que favorecen la relación entre los vecinos y vecinas de Murieta.

Las grandes choperas como espacios casi mágicos por la altura de los árboles, el movimiento y los sonidos que produce el viento, la sombra tan agradable que crean y la repetición casi infinita de una retícula ordenada, mezcla perfecta de naturaleza y acción humana.

La zona de río como lugar de disfrute y de memoria. Casi cada vecino con el que hemos hablado nos ha contado la relación especial que siempre ha habido con el río y la antigua zona de baño: la presa que se creaba, tardes de pesca y juegos…

En los últimos años se ha transformado mucho tanto por la creación de nuevas infraestructuras como por la bajada de caudal del Ega. Es una zona que sigue resultando atractiva y agradable pero que quizás ha perdido parte de su carácter original y, debido a diferentes circunstancias, se han ido generado algunos puntos algo más descuidados que sería interesante poder recuperar para el pueblo».