Urroz-Villa / 30.06.2022
Acudo a Urrotz nuevamente antes de la hora prevista, con la intención de seguir conociendo sus rincones. Dejo el frontón a un lado y continúo descendiendo hasta llegar al río nuevamente, para rodear desde allí el pueblo por su cota inferior.
Nos reunimos después a primera hora de la tarde en un rincón de la plaza, tratando de escapar de un fuerte viento que se transforma en clima soleado. Asisten al encuentro César, Ángel, las dos Idoias y Natxo. Hablamos durante mucho tiempo sobre cine, sobre archivo cinematográfico o el proceso de rodar una película. Comentamos que sería bonito filmar una película conjunta y les hablo sobre Ogawa, el cine-agricultura y la transfiguración. Acordamos trabajar sobre una pieza de cine que pueda tener un ciclo vital similar a los cultivos, un cine sembrado y cosechado, que se piensa, se filma, se edita y se proyecta, para comenzar poco después un nuevo ciclo. Hablamos sobre llevar a cabo actividades que quiten el miedo o el respeto a filmar, a coger una cámara sin pensar en absoluto en qué es una cámara o el cine. Queremos trabajar una película sobre procesos, sobre manos o herramientas que nos hablan del campo y los saberes que están a punto de perderse.
A las 19:00 me encuentro con Jose. Es la presidenta del grupo sobre el patrimonio de Urrotz. Paseamos por el pueblo y me cuenta historias en mayúsculas y también en letra pequeña. Visitamos los puntos más relevantes del pueblo y me habla de la estancia de Blanca de Navarra en Urrotz y de la posible existencia de una muralla. Llegamos hasta la ermita, donde me sugiere conocer a Luz y Miguel. De vuelta en la plaza nos despedimos, y me marcho del pueblo con la sensación de haber iniciado un proceso.
Patxi Burillo