Cultura contemporánea y ruralidad

En el límite noroeste de la Bardenas Reales, a escasos kilómetros del despoblado medieval que le prestó el nombre, en el año 1961 se fundó el nuevo pueblo de Rada. El Canal de las Bardenas convirtió aquellas ásperas tierras de ababoles en una vega de regadío que permitiría emprender un nuevo camino a todas las familias que llegaron desde distintas localidades de La Ribera y la Zona Media, así como desde otras comunidades autónomas. Sesenta y tres años más tarde, las generaciones más jóvenes siguen manteniendo muchas de las dinámicas comunitarias que surgieron de los primeros años de duro trabajo, pero también de apoyo mutuo entre las familias de colonos.

Rada

En el límite noroeste de la Bardenas Reales, a escasos kilómetros del despoblado medieval que le prestó el nombre, en el año 1961 se fundó el nuevo pueblo de Rada. El Canal de las Bardenas convirtió aquellas ásperas tierras de ababoles en una vega de regadío que permitiría emprender un nuevo camino a todas las familias que llegaron desde distintas localidades de La Ribera y la Zona Media, así como desde otras comunidades autónomas. Sesenta y tres años más tarde, las generaciones más jóvenes siguen manteniendo muchas de las dinámicas comunitarias que surgieron de los primeros años de duro trabajo, pero también de apoyo mutuo entre las familias de colonos.

 

MARÍA AZKARATE
(Vitoria-Gasteiz, 1977)

Arquitecta de formación. Como fotógrafa explora, desde una perspectiva crítica, la transformación del territorio y el hábitat humano. Especialmente interesada en el potencial simbólico del territorio y su expresión visual a través del medio fotográfico, sus trabajos reflexionan sobre la complejidad y profundidad del paisaje cotidiano y sus implicaciones políticas.

Reside y trabaja en Pamplona. Compagina la práctica autoral con la fotografía profesional de arquitectura y la docencia. Su obra ha sido objeto de diversas exposiciones en Euskadi y Navarra.

Anecdotario de Rada

El proyecto pretende ahondar en la idea del arraigo, que aparece una y otra vez en las distintas conversaciones que se han tenido con las vecinas y los vecinos del pueblo durante la fase de exploración.

Como pueblo de colonización, la historia de Rada es corta, sin embargo en unas pocas generaciones, sus habitantes han desarrollado un fuerte sentido de pertenencia. Las distintas acciones que se han propuesto y que se están
llevando a cabo aspiran a una mayor comprensión y a una toma de conciencia de los vínculos existentes dentro de la comunidad y con el territorio, vínculos que se han trasformado radicalmente en las últimas décadas y que se encuentra en cambio permanente.

Para ello se proponen tres acciones complementarias:
La principal y la que vertebra el resto de las acciones es la creación de un ANECDOTARIO que recopile y ponga en valor la vivencia particular de las personas que componen el pueblo. Para ello se están llevando a cabo múltiples reuniones con distintos grupos de la localidad, que intentan ser reflejo de la diversidad del mismo.

De manera paralela se está elaborando una cartografía vinculada al anecdotario, que de expresión visual al mismo.

Se han diseñado unos tarjetones con planos simplificados del concejo, que las vecinas y vecinos de Rada pueden intervenir y en los que pueden escribir a mano sus anécdotas. Las tarjetas funcionan como activadores de memoria, evidenciando la vinculación de los habitantes de Rada con el territorio.

Crear una cabaña en comunidad en una jornada festiva. Los niños de Rada hacen cabañas, las hacían antes y las siguen haciendo aún. La cabaña es un acto simbólico de apropiación del territorio, de autonomía, de refugio, de
pertenencia al grupo… Precisa de la negociación con los pares para la creación de un proyecto común. Puede constituir por tanto un símbolo poderoso de las dinámicas comunitarias.

18 de octubre de 2024

La romería al alto de Rada

Nos hemos ido de romería. Una de las cuestiones que se ha revelado como importante en la fase de exploración es el valor de la escucha. Tanto, que en el centro de la propuesta del anecdotario está precisamente la idea de que el diálogo es un espacio creativo, que en la conversación van apareciendo ideas no previstas, recuerdos inesperados, preguntas nuevas, y que en los encuentros vamos creando relatos que son valiosos. 

Caminar ha sido desde que recuerdo uno de mis espacios favoritos de diálogo. Charlar mientras los pies te llevan, sin premura, acompasando el ritmo… es algo de lo que siempre disfruto mucho. La romería al Alto de Rada, que lleva haciéndose cada septiembre desde hace 25 años, era la ocasión ideal para provocar encuentros casuales con la gente de Rada y conversar para hacer crecer el anecdotario. 

Síguenos en nuestro blog...