Fue en el año 1971, ha hecho ahora 50 años, el mes de octubre exactamente un chaval de 14 años pastoreaba las ovejas en esa fría Sierra de Leatxe desde la que se divisa parte de nuestra preciosa val de Aibar.
El mocete se aburría, el día era largo para pasarlo mirando a sus queridas ovejas y en aquellos tiempos no había Facebook ni Whatsapp ni Instagram. No se le ocurrió otra cosa que empezar a poner laja sobre laja (losa decimos aquí) y construir un monolito.
El cierzo, las nieblas, la lluvia, la nieve y el sol se han encargado de darle ese tono tan característico que tienen las viejas piedras de esta tierra nuestra.
A mí me parece precioso, ya sabemos que todo depende de los ojos con que se mira, de hecho estoy seguro de que mucha gente ha pasado por delante y no le ha dedicado una triste mirada. El leatxujo José Ignacio Salinas fue el autor, tenía 14 años. 50 años contemplan su obra. El monolito están en Leatxe en el paraje de Idozabal muy cerca de la muga con Gardalain (Bizkaia).
Historias de nuestro territorio la Val de Aibar
– Jesus Ayesa