Cultura contemporánea y ruralidad

Casa Muruzabal / Vinalia, o retablo de San Martín de Unx

En julio trasladé a San Martín de Unx mi residencia para pasar allí el verano y trabajar en el proyecto. Durante toda mi estancia allí no he parado de pensar en qué afortunada era.

El Ayuntamiento y la Fundación Emplea me cedieron una habitación en el edificio del antiguo colegio. Enseguida me sentí allí como en casa gracias a las personas amables, generosas y entusiastas a quienes he tenido la suerte de conocer en este periplo y que me han ayudado, asesorado y acompañado durante las diferentes fases del trabajo que he llevado a cabo allí.

Este trabajo ha estado marcado por el hecho de que mi estancia comenzó con la angustia de un incendio recién vivido, y terminó con el trasiego de la vendimia.

Entremedias disfrutamos de las fiestas patronales y de las cálidas noches de un verano inusual. Las tradiciones festivas y religiosas me parecieron capaces de hablar un idioma capaz de comunicar igual hoy que hace cientos de años, adaptándose a la idiosincrasia de cada tiempo, para tratar temas esenciales: la importancia de la comunidad, la solidaridad, el entusiasmo y el esfuerzo por trabajar en sinergia con la naturaleza.

Uno de los proyectos que he realizado durante mi estancia, y que he llamado temporalmente “Vinalia”, tiene su origen en el confluir de todas estas circunstancias y en la subsecuente reflexión acerca de la unión entre destrucción y creación que son nuestra vida y nuestra relación con el entorno natural. Constará de dos piezas de vídeo y de una serie de fotografías.

Por otro lado, partiendo asimismo de la importancia de lo común, surgió otro proyecto. A raíz de la adquisición de una casa privada importante por parte del Ayuntamiento (Casa Muruzabal) y su inminente demolición interior y rehabilitación, comenzó un proceso urgente de documentación, diálogo, venta de enseres y otros procesos, que se alargará en el tiempo mientras duren los cambios y obras en la misma, y cuya formalización no puedo aventurar todavía.

Greta Alfaro