Cultura contemporánea y ruralidad

MURIETA / CONJUNTA / «DE CHOPERA A CHOPERA»

Descripción de propuesta proyecto Landarte 2021 – Murieta

Nos encontramos con un entorno natural que cuenta con un gran interés paisajístico, cultural y social para Murieta, su ribera del Ega.

Sin embargo, en un momento dado, el pueblo vio la necesidad de acotar parte de ese entorno libre y natural para dar unos nuevos usos que por diversas razones no han tenido continuidad. El lugar dejó de tener uso quedando ahora ya sí como un espacio delimitado, singularizado y desligado de alguna forma de su ser original.

Con el paso del tiempo, su vallado le ha conferido una condición de no-lugar al que está prohibido acceder, que ha resultado en una serie de sentimientos o pensamientos encontrados en las gentes de Murieta que se encuentran entre el desencanto por el abandono y la degradación (confundida a veces con naturalización) y la atracción a modo de necesidad acelerada por darle un uso concreto.

Nos planteamos si la importancia como espacio que actualmente se le otorga es fruto de la mera valla de torsión simple y no por el potencial real del lugar, de sus historias vividas, las sensaciones espaciales y los momentos que realmente son parte y ser de ese entorno. 

Sin bien es cierto, la valla es a la vez un límite que crea una oportunidad. La valla lo señala y nos hace verlo de otra forma, nos hace preguntarnos cosas sobre él, nos hace ver que tenemos que pensar sobre ese espacio. Sin pretenderlo del todo lo ha sacado del campo y lo ha incluido dentro de los espacios públicos del pueblo. ¿Ya lo hemos colonizado y ahora debemos usarlo?

Mediante una dinámica participativa efímera se pretende involucrar a los habitantes de Murieta en una reflexión conceptual y de re-conocimiento del lugar que desemboque en impulsar un proceso mental de revaloración del antiguo paraje de Espeldoya, verlo desde otras perspectivas más abiertas que sirvan de palanca para aflorar los potenciales frutos de un lugar que lleva tiempo en barbecho.

Para lograr este objetivo, después de varias visitas a terreno y encuentros con vecinos y vecinas, hemos planteado la necesidad de enfocar la intervención como un MAPA DE SENSACIONES que permita descubrir de una manera amena y lúdica diferentes recursos, hitos, conexiones y potencialidades aparentemente ocultas bajo el velo del abandono.

Como arquitectos que somos, compartiremos las primeras inquietudes a través de un plano distribuido a modo de tríptico entre los habitantes que, como si de un tablero de juegos se tratara, les servirá de base para el reconocimiento del terreno, su escala, lindes, hitos… para el proceso colaborativo y experiencial in situ. Del mismo modo, servirá de carta de anotación para sus propias experiencias y reflexiones, que sumadas crearan un mapa colectivo de síntesis. De esta manera, se consigue un acercamiento al proceso de reconocimiento desde una cierta distancia, desde la abstracción y posibilidades que ofrece el papel. 

La semilla de la expectativa ya ha germinado y, junto a unas dinámicas progresivas de visita al espacio, involucra a los participantes en una jornada de materialización de algunos futuros potenciales, posibles o no, sugeridos en el mapa.

A través del uso de un único elemento industrial/rural y biodegradable como es la paca de paja, se pondrán en valor física y formalmente potencialidades de varios de los hitos marcados en el tablero, siguiendo las instrucciones o sugerencias del plano y/o modificaciones de los participantes activos en el montaje. Un proceso de trabajo colaborativo  que enriquece la percepción, las cualidades y valor del espacio y la obra vivida. Un planteamiento a modo de juego como herramienta participativa transformadora para la interacción y la recuperación del uso del lugar y su disfrute colectivo.