Hace poco más de un mes me mudé a San Martín de Unx para vivir aquí durante el tiempo de duración del programa Landarte. Para ello, el Ayuntamiento y la Fundación Emplea me han cedido alojamiento en el antiguo colegio, recién remodelado; donde antes residían las Hermanas de la Caridad, estamos ahora mi perro Lope y yo.
Cuando me instalé aquí con miras a trabajar, lo hice en modo página en blanco, sin ideas ni intenciones previas otras que recibir la información y los estímulos sin condicionantes, y dejar que el proceso creativo se fuera dando sobre la marcha, expectante en cuanto a cómo se desarrollaría el trabajo en unas circunstancias nuevas para mí.
El hecho de haber llegado justo después de que un incendio asolara su territorio me ha mostrado el pueblo de una manera que tal vez hubiera sido diferente en otras circunstancias. He encontrado a una comunidad (y no a una suma de individuos) que trabaja junta y que es consciente de que en la unión radica su supervivencia y bienestar.
El resultado de esta inmersión total y de este experimento intenso es que voy a proponer dos proyectos de muy diferente naturaleza, pero vinculados en la base a lo que he podido apreciar de la vida de este pueblo y de las relaciones y maneras de estar en el mundo de sus habitantes.
Esta noche los presentaré en público tras el popular “juevintxo”. A modo de cine de verano, veremos también algunos de mis trabajos previos y charlaremos sobre ambas cosas.
Greta Alfaro
