Por el camino que viene de Ezcároz, al poco de entrar en el pueblo de Jaurrieta hay una de esas antiguas señales que ponen en una casa principal el nombre del pueblo. Las letras son de color azul intenso y el fondo blanco, en forma de cuadrícula recta tumbada formada por planchas cuadradas de porcelana. En este tipo de placas, normalmente se tiene conocimiento de otras denominaciones que en otro tiempo tenía ese pueblo. Nombres que en unos casos coinciden con los de hoy y que en otros han variado mucho. En la mayoría de los casos podemos ver restos de su antiguo nombre en euskera.
En la de Jaurrieta podemos ver JAURRIETA de forma principal en mayúsculas. Abajo un poco más pequeño EAURTA. En una lectura espontánea podemos pensar que los dos nombres son completamente distintos. Uno conocido y el que ahora manejamos y otro que, por el contrario, no podemos pronunciar, casi como un trabalenguas; e-a-u-r-ta. Si lo intentamos pronunciar una y otra vez en forma de juego, nos llega inesperadamente a la boca el nombre del pueblo actual. Siempre que la J se pronuncie con sonido palatal, (al modo de ll o y). Jaurrieta tiene un nombre único que ha adoptado formas y pliegues diferentes. Se trata de un mismo nombre, con multiples formas de decir. Un nombre de lugar, que ha tomado formas tan diferentes como sus vivencias, historias y desarrollos.
Eaurta, Iaurta, Egaurrieta, Eiaurrieta, Eiavrrieta, Iaurieta, Yaurrieta, Xaurrieta, Jauregieta… en fin, Jaurrieta.