Cultura contemporánea y ruralidad

3er mensaje

La semana pasada realizamos en Imirizaldu un taller de mermelada de moras y antotipos. El taller fue muy bien a pesar de la lluvia y gracias a la colaboración de los participantes, en especial de José Ignacio, que nos trajo una buena cantidad de moras recolectadas en Ongoz. Gracias a eso pudimos adaptar el encuentro y aprovechar el sol del viernes, para realizar los primeros antotipos.

El trabajo colectivo requiere de tiempo y espacio. Los procesos se alargan y es importante medir bien esos tiempos, así como encontrar los centros gravitatorios de interés, aquellos puntos en los que convergen movimientos, se sincronizan esfuerzos y se materializan los apoyos.

El camino que se abre con La conservateca pretende, aunque solo sea en un estado inicial, reforzar esos procesos, generar un espacio (más) de encuentro y de vínculo. Una vez lanzada la iniciativa, una vez tome forma e impulso a través de esos espacios, deberá ser conducida de manera común y a través del entendimiento común. Es una apuesta justamente hacia esa dirección.

La próxima (inminente) fase se va a centrar en la fabricación de las conservatecas. Posteriormente, tenemos programados dos talleres más. En el último encuentro se decidió abrir el espacio de las conservatecas a los ungüentos y a las pomadas. Todo un conocimiento ligado al entorno, que desgraciadamente, también se va perdiendo en los océanos de información y en la memoria de los más mayores. Reactualizarlo y ponerlo en valor nos pareció que se adecuaba muy bien al proyecto.

Así pues, nuestro próximo encuentro se va a centrar en las manzanas. Vamos a ir a buscar de Casa Marcuello, una zona de frutales que ha quedado en desuso y que Mari Fe y Cristina nos invitan a recoger. Son los frutales que cultivó su padre, variedades que quizá ahora no serían rentables. Es la historia de mucha de la riqueza biológica de los frutales y otros productos. A ver como sale la mermelada que haremos con Miguel, de conservas Jam Jam el próximo 23 de septiembre.

Por otro lado, vamos a realizar una pomada de rosa canina con Xandra, ya hacia mediados de octubre. La idea es poder abrir la conservateca a pomadas sanjuaneras, ungüentos que otras personas hacen en el valle.

Seguiremos narrando