Cultura contemporánea y ruralidad

Exposición «La Conservateca»

El monasterio de Santa Fe de Urraúl Alto, acoge la exposición «La Conservateca». Inaugurada el sábado 3 de noviembre, permanecerá instalada durante un mes en el claustro de Santa Fe.

La idea de La Conservateca nace de fusionar las conservas con las bibliotecas. Etimológicamente, una biblioteca no es más que un lugar
donde se guardan libros. Hoy existe un concepto mucho más amplio de lo que es y del funcionamiento de una biblioteca.

En esta expansión de la idea, han surgido muchas iniciativas a lo largo de los últimos años. Una de ellas son las bibliotecas libres: espacios en los que se pueden dejar y recoger libros. Otra de estas iniciativas es el “bookcrossing”.

De juntar estos conceptos nace La Conservateca, un espacio en el que intercambiar conservas y su conocimiento implícito, así como trabajar la confianza y establecer una dinámica de revitalización de la cultura de las conservas en el Valle de Urraúl Alto.

En los dos estantes-conservatecas que se han hecho para el valle se guardan conservas y ungüentos. El objetivo principal es ampliar el círculo de lo que ya sucede naturalmente en las casas: hacer conservas y ungüentos para regalar una parte a familiares y amigos, pero ampliarlo a todx el que quiera participar del proceso y llevarlo al nivel del valle (y más allá), para compartir ese conocimiento.

Hemos creado un grupo de whatsapp al que se accede mediante un código QR, que se encuentra en los muebles-conservatecas, para poder llevar un registro de las existencias y también compartir el conocimiento del embotado y las recetas.

Una parte importante del proceso se ha combinado con el antotipo (una técnica fotográfica que utiliza frutos que “tinten” y clorofila). Es decir, se han combinado las salidas de recogida de frutos, con la de “recogida de fotos” como memoria de ese proceso, pensando en la exposición que se puede ver en Santa Fe, en el valle de Urraúl Alto, en el que se ha desarrollado el proyecto.

Cada bote funciona como una fotografía invisible. Es una memoria del territorio, un retrato comestible del lugar, de su vegetación y de sus frutos, posible gracias al cuidado y al “enfoque” de unas manos, de un proceso, de un conocimiento que se revela en las cocinas cada verano y cada otoño, a través de cada huerta.

La conservateca es un homenaje y un intento de expandir y difundir esas “fotografías”. Esta exposición presenta la serie de antotipos que se han ido realizando a lo largo del verano y principios de otoño. Son fotografías al límite de lo visible, que muestran el territorio de Urraúl a partir de las fotografías tomadas por los participantes de los talleres. Contienen los frutos y las plantas con las que se ha trabajado, son en sí memoria de ese proceso y de una relación con el territorio.